En una época en la que cada vez dependemos más de la costosa tecnología para llevar a cabo nuestras actividades cotidianas, un robo puede costarle a tu empresa varios miles de libras. Por eso es más importante que nunca que dispongas de una infraestructura suficiente para proteger tu negocio. A diferencia de los sistemas de seguridad tradicionales, que se basan en alarmas fuera del horario laboral, los sistemas de control de accesos funcionan 24 horas al día, 7 días a la semana. La presencia física de un sistema automatizado de control de accesos actúa como elemento disuasorio contra los robos y ataques sin previo aviso, ayudando a mantener a salvo a tus empleados y tus bienes.
Como los datos biométricos son difíciles de imitar, se reduce el riesgo de que el sistema sea superado por defraudadores que busquen la oportunidad de robar material o equipos. Como el sistema no depende de un operador, no puede ser dominado por la intimidación o la amenaza de ataque, a las que podría tener que enfrentarse un guardia de seguridad en las mismas circunstancias. Para mejorar aún más la seguridad, incorporamos a toda nuestra gama biométrica una tecnología no intrusiva de detección de suplantación de identidad para impedir que una persona entre de forma fraudulenta.
Tus empleados tienen que recordar muchas cosas, por lo que una tarjeta o llavero puede ser un elemento extra que a menudo se olvida, causando problemas de acceso dentro de la oficina o lugar de trabajo. Como los datos biométricos son una parte física de la persona, eliminan la necesidad de que los empleados hagan algo extra y ayudan a agilizar sus rutinas. Además, esto reduce los gastos generales derivados de la sustitución de llaves y aumenta la puntualidad de los empleados, ya que no pierden tiempo intentando acceder al edificio cuando han olvidado las llaves.
Los sistemas automatizados de control de accesos pueden instalarse en el punto de entrada de edificios enteros, pero también a menor escala cuando sea necesario. Esto puede incluir cajas fuertes, taquillas o salas que puedan contener maquinaria peligrosa, materiales o información clasificada.
La posibilidad de adaptar las restricciones de acceso a áreas de pequeña escala, como salas o almacenes, es ideal para las empresas que trabajan con equipos o materiales peligrosos. Lugares de trabajo como los laboratorios farmacéuticos manejan sustancias que pueden ser nocivas si se utilizan incorrectamente, por lo que deben establecerse restricciones suficientes para garantizar que estos materiales -y tus empleados- se mantienen a salvo. Los sistemas de control de acceso también pueden configurarse para que indiquen quién ha accedido a las zonas restringidas, de modo que tengas un conocimiento más profundo de lo que ocurre en tu empresa.
La accesibilidad y las restricciones pueden editarse al instante en los sistemas automatizados de control de acceso, para que el sistema de seguridad esté siempre actualizado. Esto permite que los nuevos empleados se incorporen sin problemas y evita que los usuarios huérfanos accedan al sistema o a las instalaciones.